23/4/09

"Mis Dos Mundos" (Sergio Chejfec, 2008)


Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasear


Mis dos mundos no es el saldo de la nostalgia que suelen destilar los cumpleaños. No es un catálogo de secretos, vanidades o traumas. Tampoco incluye desnudos perversos… En efecto, el autor utiliza el barro de su propia experiencia (no habría manera de –ni razones para- evitarlo), sólo que, esta vez, la medida autobiográfica no es el retroceso prolijo sobre los rieles de la memoria sino la entrega a la magnitud del instante. Nuestro héroe pasea por un parque al sur de Brasil. Ya ha presentado su nuevo libro, ése que genera “seres resentidos y condenados a una equívoca servidumbre” (pág. 19). Aún no logra descifrar la confección formal de las plazas, ni sentir resentimiento judío en territorio alemán. Los mapas tienen, para él, un carácter amenazante y ambiguo. Está solo. Es anónimo, y esquiva la actitud romántica ante el paseo: nunca le revela algo trascendental, nunca le depara sorpresas. Mientras tanto, el tiempo permanece idéntico a sí mismo, tal vez se adensa o se dilata aglutinando relojes que resisten el despotismo diestro, amigos que escribieron libros en conmemoración al aniversario de sus nacimientos, conversaciones franciscanas, y encuentros con uno mismo en el parque… el tiempo es aquí el devenir de la narración: elástico, vertiginoso y tranquilo a la vez… El protagonista sabe que los momentos tienden a clasificarse en pasado y en futuro, intenta subrayar la idea evocando a Borges… aunque Borges también escribió El Aleph, y no puede desconocer que la proliferación discursiva permite que todo los detalles tengan lugar simultáneamente; que en un instante la vida se repliegue sobre sí… que tiempo y espacio sean, simplemente, una mentira… permite que todo suceda ahora… y, ya que inflamo la escritura, yo, por suerte, continúo leyendo cada renglón de Mis dos mundos; y artistas del acontecimiento (como Bellatin o Chejfec) siguen interceptándome para abofetearme de manera criminal, al menos hasta que demuelan el inmueble de la calle Garay o borren del mapa una mancha verde al sur de Brasil.


Si te interesa deleitarte con buenos artículos acerca de “Mis dos mundos” deberías visitar los siguientes sitios:
"La originalidad y el recato" (Beatriz Sarlo, diario Perfil)
“Los caminos de la conciencia narrativa” (Entrevista de Augusto Munaro, diario El Liberal)
“Novelar la experiencia” (Soledad Quereilhac, Suplemento ADN-cultura)

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