15/2/14

LA NIÑA DORADA... ERA PARA CASCAR

LA MALA SEMILLA



RESEÑA:
La única hija de los Penmark tiene todo lo que una publicidad de margarina desearía: ocho años, un peinado rubio y apretado, modales anticuados, una sonrisa casi beatífica y hasta el saltito. Tiene, además, talento para el piano, una familia-modelo cincuenta y pico sin problemas económicos ni afectivos; y una vecina (aficionada al psicoanálisis) que se la pasa haciéndole regalos.
Todo pinta de maravillas en la vida de Rhoda hasta que se cruza con una falta o con una pérdida (dicen que para el inconsciente lo mismo da). Un compañero de la escuela la supera en el concurso de caligrafía y se lleva la única medalla de oro en juego. El efecto de esa frustración es fértil, literalmente fértil: la niña se encapricha y comienza a brotar en ella La mala semilla, el engendro asesino que da título a la película y a la desesperación de su verdadera protagonista, Christine, la madre.
¿Cómo resistir una novela familiar (imaginaria y tortuosa) cuando se convierte en realidad? ¿Cómo soportar ser la hija biológica de “la mujer más sorprendente del mundo criminal” (min. 19.42) y no del afamado periodista que cubrió aquel juicio sin condena? ¿Qué hacer, si mientras una devela este tipo de legado, el fruto de tus entrañas pucherea arrojando a sus contrincantes caligráficos a la bahía, desnucando ancianas y quemando al personal doméstico (que mezcla imbecilidad y astucia) en los sótanos de la residencia? ¿Qué hacer? ¿Ser paciente? ¿Darle un buen chirlo? ¿Matarla y/o matarse?
Debajo de ese aire dramático que desfigura con ojeras a la genial Nancy Kelly (Christine) corre, sin embargo, algo más profundo: la lombrosa idea de que los desperfectos emocionales de la crianza no pueden explicar cada conducta inmoral. Una idea sectaria y cinematográficamente creativa que, al menos a simple vista, no se le ocurre siquiera bosquejar  el posible carácter patológico de   un capitalismo asentado en la manía monotemática de acumular chucherías materiales a costa de todo, incluso de la vida de los otros.

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